Seis de mayo

El 6 de mayo de 1856 no fue una fecha más en la historia humana, hay un antes y un después desde entonces. En esa fecha nació un hombre que produjo cambios sustanciales en ella, en parte con su acción, pero básicamente con su pensamiento, con su palabra. Ese hombre, en gran parte producto de esa historia básicamente europea, hijo de ese lugar, llegó a lo Universal. Ese hombre, esa máquina de pensar, de interpretar lo que percibían sus sentidos, nacida en ese Iluminismo de la Razón que lo circundaba, fue dado a socavar con la rigurosidad metódica de la ciencia producto de esa razón, las bases mismas de ésta.

Ese hombre, cual Ulises contemporáneo, logró penetrar, palada a palada, en el Averno del alma humana y salir vivo de él y no sólo eso, podríamos decir que aún sigue y que seguramente lo seguirá por mucho tiempo así, vivo, creativo, riguroso, metódico, crítico, osado, luchador desenfadado en búsqueda de coherencia, y lo casi milagroso: en gran parte lográndola. Ese hombre logró descubrir, describir, crear, inventar, de una manera muy difícil de superar, el funcionamiento del alma inconsciente humana, la razón irracional de su Dios Razón. Ese hombre nacido en esa fecha extremó una complejidad teórica que llegó a los más recónditos lugares sin arredrarse, entró en el campo de otros saberes sin pedir permiso, se nutrió de ellos y a su vez los conmovió, derramó sus inquietudes sobre el arte, la filosofía, la psicología, la sociología y otros saberes cambiándolos y llegando a ocupar casi al siglo XX y a extenderse subversivamente al siglo XXI. Cambió la concepción del psiquismo humano a partir de querer ayudar a las víctimas de ese psiquismo generado por el hombre mismo, por su propia historia. Vio los problemas generados por esa Cultura, mostró las contradicciones de sus organizaciones. Demostró el malestar generado por aquélla. Descubrió el valor de lo mítico dentro de lo racional. Explicó entonces al alma humana y creó un método investigativo para conocer su inconsciente, método a su vez y de manera insigne, terapéutico. Y mucho, demasiado más.

Cada 6 de mayo por tanto se conmemora el nacimiento de un hombre, pero más que ello, se conmemora ya el nacimiento de un verdadero Nombre en la historia de la Humanidad: El de SIGMUND FREUD

Por José Luis Valls