Presentación de Secretaría Científica del mes de abril de 2019
El caso Hombre de los lobos es paradigmático en primer lugar, porque Freud seguía polemizando con Adler y Jung queriendo consolidar su teoría sobre la sexualidad infantil reprimida y desarrollar la eficacia de la interpretación de los sueños y de las construcciones en los análisis.
En segundo lugar, la teorización sobre las escenas primarias surge en los intersticios de su propia búsqueda de verificación clínica y de un “tope” al análisis.
El Caso Hombre de los Lobos actualiza dilemas diagnósticos y técnicos a jugarse en la clínica actual.
Al hablar de diagnósticos no queremos enfatizar la faz psicopatológica de éstos sino revisar las posiciones del sujeto en su discurso, en la transferencia y ante las vicisitudes de su existencia.
Proponemos algunos interrogantes: ¿las depresiones que padecía, por qué no fueron evaluadas como manifestación de posiciones melancólicas y no solo histero-obsesivas? ¿de qué modo se trastocó la demanda y Freud quedó demandado actuando durante muchos años la inversión de la misma? ¿cómo actúa la transferencia ambivalente recíproca y que estatuto le otorgamos a la Reacción Terapéutica Negativa en los análisis?
Las transferencias recíprocas entre Freud y Sergéi, nos invitan a reflexionar sobre el furor curandis y el acto analítico.
El hombre de los lobos, quien ha perdido su nombre, pero ha recuperado un lugar de reconocimiento imaginario en la historia del psicoanálisis, ¿cómo sería analizado hoy y bajo qué delineamientos de encuadre? ¿Sería medicado?
Mirta Goldstein,
Secretaria Científica