Palabras introductorias de la Secretaria Científica del mes de Agosto

¿Por qué Macbeth, por qué Shakespeare? Sobre el Poder, la crueldad y la Culpa.

“La vida como «un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que no significa nada”.

Macbeth

Para Ricardo Piglia el psicoanálisis se enlaza a la tragedia literaria, sobre todo a Edipo, Hamlet y Macbeth. Este género, dice: “establece una tensión entre el héroe y la palabra de los dioses, del oráculo, de los muertos, …que el sujeto no entiende…, que es clara para los demás, pero que él no comprende.”

¿Es Macbeth un héroe trágico, un sujeto común lidiando con su mujer como síntoma? Sabemos que Lady Macbethle hace de sombra, es su sombra y hasta lo ensombrece por ello ambos participan de un acople feroz que los une en el horror del sin malentendido que no es otra cosa que la certeza en el destino.

En tal acople ella le insufla crueldad y él culpa. Podemos decir que a Macbeth y a su lady los une la tontería muy bien señalada por Macbeth al final de sus días. ¿Qué es la tontería? Todo apego indisoluble a la ilusión oracular que hace pactos con el diablo, los oráculos o con las brujas; también es tontería desposeerse de compasión para con el otro. Otra faceta de la tontería es el poder por el poder y según Melanie Klein es tonta la envidia que destruye el vínculo con el objeto amado y admirado.

Crueldad proviene de crudo, es lo descarnado de simbolización y límite a la descarga pulsional masiva. En este sentido la unión del poder y la crueldad es letal para sí y para el prójimo.

A Macbeth lo ilusionan las brujas, pero las brujas son personajes de los cuentos infantiles y aludena la imago de la madre mala, es decir: la que asesina no solo al hijo con su poder de retención endogámica, sino la que acaba con su propio amor maternal. Así el deseo infanticida de Lady Macbeth ¿proviene del resentimiento con su madre o por haber matado en ella misma su vínculo con la feminidad?

En síntesis, sin culpa hay crueldad, con culpa hay destino predicho y hasta suicidio. Freud a los 10 años lee a Shakespeare y lo traduce. Para Harold Bloom, Shakespeare inventa al analista Freud. (Shakespeare o la invención de lo humano, 1998, Anagrama 2001). O sea, Shakespeare a la manera de un analista, le descubre sus ambivalencias y conflictos y también su faz creativa.

Mirta Goldstein
Secretaria Científica